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Historias de una Mujer

Sinceramente


No estoy en contra tuyo. Estoy en contra de aquellos que nos dicen, que nos quieren hacer creer, que con un ministerio de la mujer todo se va a resolver. Que con hacerte ver un video de curso de género, todo va a cambiar. Que hablar con la letra e va a eliminar la mentalidad machista.

Repito, estoy en contra de ellos, no tuyo. Aquellos que no paran de repetir que vivimos bajo un sistema patriarcal, cuando la ley también condena al hombre. Los que te dicen que luchan por tus derechos, pero votan en contra de la pena dura para violadores.


¿Qué curioso no? En el intento de darnos derechos o beneficios, nos lo quitan. Para demostrara mi punto, voy a traer a colación tres ejemplos. En primer lugar tenemos la edad jubilatoria. En Argentina (en general) las mujeres deben tener 60 años, y los hombres 65 para poder jubilarse. ¿No sería mejor establecer el mismo año de jubilación para ambos? ¿Que tiene el género que ver con este aspecto? A la mujer se le quita años de productividad, que a los hombre se le son otorgados. El argumento a favor de esta sanción es que las mujeres, además de trabajar, se encargan muchas veces de la casa y los niños. Antes esto era un hecho, pero los tiempos cambiaron, y esta sanción ya no tiene sustento válido. La ley no debería deducir que la mujer se debe hacer, o se hace cargo de los deberes del hogar.

Otro claro caso es la licencia por maternidad. Esta establece que la trabajadora debe tomarse 90 días corridos de licencia por maternidad de manera obligatoria. Puede tomarse 45 días antes y 45 días después de la fecha probable de parto (según certificado médico), o bien 30 días antes y 60 días después. En tanto, si el parto se adelanta, se tienen que cumplir los 90 días. En cambio, la licencia por paternidad solo cuenta con dos días.¿Porque está establecido que la mujer debe hacerse más cargo? La licencia debería ser igual. A pesar que el esfuerzo físico del parto es cometido por la mujer, el hombre tiene derecho a acompañar y ayudar si es necesario. No debe ser excluido. Otro beneficio de igualar la licencia sería que las empresas ya no tendrán en cuenta esto a la hora de contratar a alguien y habría una competencia justa, debido a que habría una igualdad ante la ley.

Por último, a pesar de que no sea una ley, me gustaría mencionar la falta de respeto por la condena de violacion o abuso, la famosa puerta giratoria. Nos quieren dar derechos, pero liberan a aquellos que nos los quitan. Esta corriente de pensamiento establece que aquellos hombres delincuentes, son “hombres socializados”(como dijo Gomez Alcorta, ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad). Esto no combate el problema, de hecho lo agudiza. Los que son liberados vuelven a reincidir en la mayoría de los casos. Es decir, se suman nuevas víctimas. Lo que le llega al delincuente es que su acción no tiene un costo alto, por lo tanto, vuelve a actuar.


Sabes lo que siento, enojo. ¿Por qué? Porque no se está haciendo nada. Ya se probó que estas políticas públicas no funcionan. ¿Acaso no quieren acabar con el problema? ¿Será que les conviene?


Mientras siguen con sus juegos, yo prendo la televisión todos los días y veo en el noticiero que otra mujer fue violada, se encuentra desaparecida, o sufrió algún tipo de violencia. Mientras siguen con esto, no podemos salir tranquilas. Es impresionante la cantidad de veces que me han gritado, silbado, o tuve que agachar la cabeza y acelerar el paso porque no me sentía cómoda. Cada vez que te subís al uber o vas a algún lugar mandar ubicación, porque nunca se sabe. Estoy harta, al igual que vos.


Si me preguntas, ¿sos feminista?, te voy a contestar que sí, pero no sé si es el feminismo que pensas. Soy feminista liberal, o como me gusta autodeterminame, igualitaria. ¿Qué significa esto? Creo en la igualdad ante la ley, sin importar el género. La igualdad ante la ley nos da a todos las mismas reglas para jugar el juego. Considero que las mujeres somos capaces, que el humano es capaz. Aquel que demuestre ser más productivo para la actividad en la que se quiere desarrollar debe ser contratado por su eficiencia, no por el género. La mujer se puede valer por sí misma, puede mantener su equidad a través de sus propias acciones y decisiones. No necesito que una ley me diga que soy productiva, yo se que lo soy. Lo único que necesito es que me lo permita ser.

Con respecto a la violencia, no tengo una respuesta clara. Si se establecieran penas duras, y estas se cumplirían, la delincuencia bajaría. La igualdad ante la ley también ayudaría, pero, siendo honesta, no sé si me quedo en el camino. Creo que hay mucho por hacer, por resolver, pero no creo tener todas las respuestas necesarias frente a la problemática que sufre la mujer. Me encantaría tenerlas, pero hoy no los puedo deleitar con ellas.


Valentina Crucianelli


 
 
 

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