¿Al día siguiente nos seguimos acordando? por Tiziana Tagliapietra y Magdalena Brottier

En Gran Malvina y Soledad allí desembarcaron nuestros hombres el 2 de abril de 1982. Las crónicas y las historias están documentadas por ambos lados. contada por los sobrevivientes. Puede haber todavía hechos ignorados, pero para un conflicto reciente, el registro es extraordinariamente completo. Hay en él heroísmos, cobardías, reivindicaciones profundamente sentidas, oportunismos políticos y bajezas. Lo mismo que en todas las guerras.

Creo que no hay, ni habrá opiniones acertadas. Hay voces similares, voces disidentes y los que todavía no han hablado. Es difícil y es arriesgado juzgar la historia desde una ideología en concreto. En esta discusión de lo que no cabe duda es que como nación tenemos en reconocer los errores del triunfalismo que creímos tener y el error que cometimos al asentir a semejante situación. Como por patriotismo hemos entregado el orgullo. Nos confundimos.

En estas fechas, donde por feriado recordamos, reflexionemos. La historia ha hablado por si sola. Más allá de las razones legales por las que prometimos nunca bajar los brazos para recuperar soberanía, Malvinas son tambien una parte de nosotros y nuestra dignidad. Hagámoslo por ellos, por los que no volvieron y por los que hoy no son valorados. Quiero compartirles para finalizar unas palabras de una amiga, Magdalena, que aunque fueron escritas hace mucho aún hoy tienen la misma fuerza.

A nuestras almas siempre acechan:

disparos, gritos, gente desesperada.

Cómo seguir en esta guerra,

donde todos buscan la justicia igualada.

Cómo buscar en este Estado,

donde hablan todos y oye nadie.

Lo único común es querer un cambio

Pero la Argentina dividida solo arde.

El valor de la honestidad

Ya no es tomado con respeto

¿Es necesario esta tempestad

después de lo que lucharon nuestros ancestros?

Promesas falsas nos rodean

Pero el tiempo está por acabar

Lo único que han logrado

Es nuestra libertad arrebatar

La esperanza sigue estando

Del verdadero heroísmo aprendí

Que de los corazones la voluntad brota

Para luchar por lo que siempre creí

Tengo un sueño que me espera,

lejos de la fría Patagonia esta

Donde el miedo no me acecha

Para ver este país en paz.

A los veteranos, a los que no pudieron y a vos que lo estás leyendo.