top of page
Search

¡A NO PERDER LA CABEZA! por Barbara Conte

Es casi la 1 am y estoy escribiendo esto, medio a modo de catarsis, medio a modo de consejo. Parece que esta va a ser mi tercera noche de insomnio, y si estoy arrancando a escribir a esta hora vaya a saber uno a que hora termine, y para el caso, a qué hora me duerma. Pero creo que es importante decir lo que uno siente y piensa en el momento que lo hace, más en casos como este.


Como todos sabemos, ayer jueves 19 de marzo el presidente de la Nación, Alberto Fernández, comunicó la medida dispuesta por el Poder Ejecutivo Nacional ante el avance de la pandemia de coronavirus. En sí, lo que se estableció por medio de un Decreto de Necesidad y Urgencia, que al momento no ha sido publicado en el Boletín Oficial, pero que probablemente lo sea en pocas horas, es en palabras del presidente que:

“Toda la Argentina, a partir de las 00 horas de este 20 de marzo, deberá someterse al aislamiento social y preventivo obligatorio: nadie puede moverse de sus casas”.

Dicha medida se extenderá hasta las 24 horas del 31 de marzo, por lo que nos esperan unos largos 11 días de aislamiento, que no van a ser fáciles para ninguno, pero probablemente sean más complicados para los que padezcan algún problema relacionado a la salud mental. Y no lo digo yo, sino que la OMS ha sido muy clara al respecto:

“Las situaciones de emergencia causan malestar a la mayoría de las personas, que se manifiesta, por ejemplo, en forma de ansiedad y tristeza, desesperación, trastornos del sueño, cansancio, irritabilidad o ira y/o dolor” - página oficial de la OMS.

Todos estos efectos son habituales y normales, sin embargo, las personas con enfermedades preexistentes como ansiedad, depresión, ataques de pánico, claustrofobia, adicciones en general, etc., son las más perjudicadas.


Por supuesto que es verdad que la única forma de parar con la pandemia es quedándonos en casa (ahora de forma obligatoria) y tratando de disminuir al mínimo el contacto con otras personas, sólo así se puede bajar el tasa de contagio, y sólo así podemos evitar que esto pase a mayores. No me malinterpreten, hay que cumplir con el aislamiento, sólo de esa forma vamos a evitar que colapse el sistema de salud, y no lo digo de forma alarmista, sino como una realidad que pareció replicarse en todo el mundo, y que no por eso debe ocurrir acá. Pero sólo digo que cualquiera puede llegar a pasarla mal con tanto aislamiento, y también hay que evitar eso, no todos convivimos con lo que mencioné más arriba, pero en estos casos extremos estamos bastante expuestos a no sentirnos del todo bien en lo que respecta a nuestra salud mental.


En los últimos días, incluso si en nuestro país aún no era obligatoria la cuarentena, muchas personas la estuvieron cumpliendo, algo que celebro profundamente, pero que a muchos de nosotros nos ha traído ciertos inconvenientes. Por todo Internet vi gente diciendo que tenían más ansiedad, sensación de encierro constante e incluso en muchos casos comenzaron a tener ataques de pánico. Comprendo que quienes no viven de cerca esta realidad parece medio “exagerado”, pero también es verdad, que es la realidad vivimos algunos de nosotros, tan válida como la de cualquiera.


No soy psicóloga ni mucho menos, y por supuesto que esto es también un gran “tómalo o déjalo”, pero fui recolectando algunos tips por acá y por allá, al principio para mí, pero puede que sean de ayuda para muchos de ustedes, por eso fue que comencé a escribir este posteo.

  • No se encierren en sus cuartos: al principio es cómodo, e incluso es una buena escapatoria si ya no toleran verse más con su familia, pareja, amigos, roommates, o con quienes convivan (11 días encerrados es un largo tiempo y nadie te juzga si querés revolearle por la cabeza un zapato a tu herman@). Pero con el paso de los días el encierro también se vuelve carne, y nos encierra en nosotros mismos, algo que habitualmente no ayuda en nada a nuestra salud mental.

Salí de tu cuarto y ventilalo seguido, deambulá por tu casa; si tenés balcón salí a que te dé el sol en la cara; si tenés patio sentate en el pastito un rato y después volvé a entrar; si estás en un monoambiente abrí todas las ventanas y que corra aire (pero ojo con los mosquitos que el dengue sigue siendo un problema). De cualquier modo, lo importante es que no te quedes encerrado en un sólo lugar. Cambiar de aire siempre, pero SIEMPRE es bueno.

  • No evites a quien pase la cuarentena con vos, y si estás solo, tratá de comunicarte seguido con tus seres queridos: parece medio obvio, y repetitivo, pero encerrarnos en nosotros mismos siempre nos hace mal. Hablemos con quienes nos rodean, por ahí nosotros estamos bien, pero ellos no, y es importante acompañarnos en esto. No te enojes si están de mal humor, todos lo estamos un poco, tratá de hablar bien, hablando se entiende la gente, y también es una buena forma de pasar el rato.

  • No estés 24/7 frente a la pantalla ( y me refiero a cualquier pantalla): seguramente la mayoría de nosotros está revisando el catálogo completo de Netflix, jugando varios partidos de FIFA seguidos, y en general, aprovechando este tiempo libre que no siempre tenemos, y está bien, está bueno despejarse. Pero pasar 80 horas seguidas frente a una pantalla no es del todo bueno tampoco, es otro hábito que nos aísla, trastorna nuestras horas de sueño, y modifica nuestra perspectiva sobre la realidad que nos rodea, ¿o a quién no le pasó de darse cuenta que mágicamente eran las 4 am viendo “un capítulo más”?

Esto también genera ansiedad. Twitter es divertido y bastante informativo, pero a veces nos bombardea con información que no es del todo positiva. Y al menos varias horas al día hay que evitar eso.

  • Hacé algo que te apasione, o descubrí un hobbie nuevo: cualquier actividad que requiera de tu concentración y total atención es bueno. Lee un libro (hay buenas páginas con PDF´s gratis); buscá un curso online para hacer; cociná algo rico; hace yoga; hacé ejercicio; cantá a los gritos (disclaimer, no me hago cargo si molestas a los vecinos con tus chillidos, tema tuyo); pintá y dibujá sobre todas las hojas que encuentres en tu casa; hace collage; jugá juegos de mesa con la familia (disclaimer 2, tampoco me hago cargo de riñas familiares); etc. Todo aquello que te distraiga y te genere un sentimiento positivo es bienvenido, sólo tenés que buscar lo tuyo.

  • No te olvides de tus responsabilidades: hoy estamos todos muy interpelados por el coronatime, y muchos nos tomamos como “vacaciones” los días que se vienen, pero no te olvides que van a haber entregas, textos por leer, y programas que estudiar. Dedicale un rato a eso, porque por ahí hoy estás 10 puntos, pero en unos días vas a colapsar del estrés con las cosas que se acumularon, y por supuesto que eso tampoco es bueno.

  • Por último, y no estoy tratando a nadie de sucio ni mucho menos, pero recuerden bañarse, lavarse los dientes y sacarse el pijama: está científicamente comprobado (no me pidan fuentes, esto es un Miami me lo confirmó grande como una casa) que cualquier hábito que asemeje a la vida normal colabora con la salud mental. Si te quedás todo el día en pijama no significa que te vas a deprimir, pero sí que vas a sentir que vivís en un eterno domingo. Y los domingos, al menos personalmente, no son los días más copados de la semana.

También coman sano, hay que cuidarnos con eso, y dense un gustito cuando se sientan decaídos, ayuda siempre.


En fin, cuidense mucho del coronavirus pero también de lo que trae consigo el aislamiento, a todos nos va a pasar indefectiblemente que la situación nos sobrepase, pero tratemos de buscarle la vuelta. Recordemos siempre que “la salud mental es parte integral de la salud; tanto es así que no hay salud sin salud mental” (OMS).


Barbara Conte.

 
 
 

1 Comment


Tizi Tgaliapietra
Tizi Tgaliapietra
Mar 20, 2020

Joyaaa! ya estoy llamando a mis abuelos!

Like

©2020 by Austral 180º. Proudly created with Wix.com

bottom of page